Consultamos en un dentista y nos dijeron que esperáramos un poco más a que hiciese el cambio definitivo de todos los dientes para luego colocarlos. Noemí presentaba una mordida cruzada unilateral izquierda. Cuando consulté en otro profesional, me hablaron de que tenía que poner una máscara que se ponía por las noches con unas gomas para tirar de la mandíbula, me parecía muy agresivo.
Pedí otra opinión, y acudí a Clínicas Alsana, me atendió la Dra. Paula y haciendo valoración de todo el cuerpo detectó que Noemí aparte de los problemas de boca tenía asociado una escoliosis. Lo verificamos en el pediatra con RX y así era, presentaba una escoliosis. Me indicó hacer un trabajo funcional con un aparato y con unos ejercicios diurnos, me sorprendió la diferencia de tratamiento de un lado a otro.
Decidimos en casa empezar con la Dra. Paula y su tratamiento. Mi sorpresa fue cuando nos entregaron el aparato. Me disgusté mucho, vi que era un caucho similar a la protección deportiva y realmente me sentí engañada, me disgusté porque no creí en ningún momento que ese “caucho” arreglara la mordida cruzada y en general toda la mordida de mi hija.
Pero me equivoqué, a día de hoy estoy muy contenta de haber empezado con la dentosofía. Vimos resultados enseguida y sorprendentemente se le arregló. Ahora lo sigue llevando de mantenimiento, es un tratamiento 0 agresivo y fácil, teniendo una constancia